lunes, 23 de mayo de 2016


Tú y yo

hoy desperté pensando en ti y quise  escribirte  una  hermosa  canción para decirte  lo  mucho  que  te  quiero para decirle  a dios  que  si algún día me voy solo quiero decirle  que siempre  te cuides pase  lo que  pase  este  donde  este  siempre  te  voy  a cuidar amor.

Amor  hoy es  un día  muy hermoso para inspirar mi amor  por  ti, tu eres ese  ángel que siempre  me  está  cuidad a pesar  de las peleas estamos  juntos amor gracias  por  tu cariño.

Amor gracias  por  a ver  llegado a  mi  vida cuando más  lo  necesite tu eres la mujer que me cambio la vida a pesar de mi  formar  de ser le doy gracias  a dios por darme la oportunidad de amar otra vez gracias por todo.



AUTOR: EVELIN QUIMBITA

sábado, 21 de mayo de 2016


La mujer de blanco

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existió un señor llamado Pedro y tenía una esposa llamada María hija de un millonario, vivían más allá de tizan en un pueblito llamado llallanag en la provincia de Chimborazo.

Tuvieron dos hijos varones muy hermosos y vivían felices  aunque el problema en este relato radicaba en que Pedro era alcohólico y machista, un día salió a la cantina como ya era su costumbre y se quedo hasta el cierre de la cantina, era aproximadamente las doce de la noche y se dirigía a su casa y mientras iba tambaleándose por el camino consecuencia del alcohol se encontró con una mujer vestida de blanco hermosa como la mañana y de una voz dulce como la cereza.

Ella le invito a acompañarla a casa de su tía pues tenía miedo de ir sola, él acepto sin dudarlo dos veces y empezaron a caminar, Pedro bajo los efectos del alcohol iba contento sin pensar que tal mujer lo estaba guiando hacia un acantilado.

Pasadas las horas del día siguiente María se preocupo y salió con sus dos hijos a buscarlo desesperadamente pero lo hicieron en vano no había pista alguna de donde se encontraba Pedro, pasaban los días y la familia perdió toda esperanza y se acostumbraron a no tenerlo ya en casa hasta que un mes después Manuel un humilde ganadero lo trajo de vuelta junto a su familia con la novedad de que lo había encontrado en las partes bajas de la llanura en la que el pastaba su ganado  aunque fue algo desconcertante para María porque Pedro no hablaba ni para regañar a sus hijos cuando hacían travesuras.

Pedro paso mucho tiempo sin decir nada hasta que un amigo de la cantina lo encontró y le ofreció un trago, Pedro todo conmocionado grito despavorido hasta quedarse afónico y las únicas palabras que se le pudieron entender fueron:

¡Ella vendrá por mí de nuevo!  ¡Me hará daño! ¡Aléjate me hará daño! 
  
Desde aquel momento se conoció que Pedro no volvió a hablar ni tampoco a beber e infundió el temor en más de uno que sin pensarlo dejaron de beber y aunque no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que le pasó a Pedro durante ese mes nadie se acercó nunca a preguntarle jamás sobre aquel tema. 
      

COLORÍN COLORADO ESTA LEYENDA A TERMINADO





AUTOR: ZAIRA INLASACA 




Hola amigos quien les escribe john spartan 117 primero quiero agradecerles por sus comentarios y opiniones acerca del blog a sido de gran satisfacción para mí ver que se han pasado por las historias, leyendas, canciones, poemas, cuentos, mitos, cuentos de terror, etc. por favor siganlo haciendo y ahora con más ganas que antes pues lo he remasterizado para ustedes con más dinámica como enlaces, temas de fondo para hacer su visita más satisfactoria, de nuevo agradezco su colaboración y denle clic a los enlaces adicionales para hacer mejor su experiencia por el blog.

martes, 17 de mayo de 2016

Alexander el niño lluvia

En el bosque vivía un niño llamado Alexander que tenía 8 años y vivía con un hombre, ahí también se encontraban varios niños de la misma edad de él, pero éste niño de cabellos largos y ojos grandes y negros, tenía una particularidad, el niño no era un humano, si no la lluvia convertida en un niño, entonces el hombre como no sabía nada se quedó con el niño y lo cuido mientras crecía más y más. Un día cuando el hombre necesito agua para la tinaja el niño escurrió su cabello largo y mirando fijamente a la tinaja se la dio para que pudiera tomarla.

Pasó el tiempo y unos niños quisieron jugar con él, entonces comenzaron a jugar, el hombre no avisó que tuvieran cuidado con él, que no le fueran a hacer nada malo.

Los niños comenzaron a pegarle patadas y muchos golpes más por todo su cuerpo, en ese instante ocurrió algo terrible pues ellos no sabían lo que él era en realidad, y entonces el niño lluvia comenzó a lanzar relámpagos desde debajo de sus dedos y cabello producía un viento tan arrasador que asusto mucho a los otros niños. Cuando terminaron los relámpagos empezó a llover mucho y los niños se asustaron aun mas y le pedían perdón de rodillas por lo que le hicieron, ellos empezaron a correr y desaparecieron después de lo ocurrido el hombre desapareció con el niño y más nunca se volvió a saber del niño lluvia llamado Alexander.


AUTOR: WENDY AUCATOMA
Juan el adivino mentiroso


A lo largo de las montaña  en una  vieja cabaña vivía un viejo anciano  que lo llamaban Juan el adivino, quien adivinaba cosas que no podían suceder  o cosas que solían suceder, un día Juan el adivino  salió a una plaza pública que quedaba cerca de su cabaña.
Juan se instaló en la plaza pública entregando su oficio de adivinador, al pasar los meses la gente creía que Juan era el mejor adivinador que ellos habían visto a lo largo de la vida pero, con el pasar del tiempo algunas personas se daban cuenta que Juan  no decía la verdad, les mentía solo por ganar dinero o fortuna.

De repente se le acercó un vecino anunciando que las puertas de su  vieja cabaña estaban abiertas y que habían robado  toda lo que había en su interior.
 El adivino levantándose de un salto salió corriendo  aferrado así a su casa  dejando su puesto en medio de la plaza  pública para ver lo que había sucedido.
 Uno de los que allí se encontraban viéndole correr le dijo:

-oye, amigo, tú que te vanaglorias de prevenir lo que ocurría a los otros ¿Por qué  no has previsto lo que te sucedería a ti?

-Juan el adivino  no supo que responder

-Y desde ese momento  todos le conocieron como Juan el adivino más mentiroso del mundo.


Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan solo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.



AUTOR: JEFFERSON CHARCO
RECUERDOS

Una madre decidió un hacer un paseo por su antiguo vecindario donde aún se encontraba la vieja casa en la cual ella creció, llena de hermosos recuerdos y anécdotas que quería contarles a sus dos pequeños hijos mellizos, un varón y una niña de apenas unos años, así que los llevó consigo.

Al entrar al barrio, ya eran más de las seis de la tarde, pero su memoria se llenaba de recuerdos, de como ella caminaba por esas calles, y cómo pasaba el día con sus dos muñecos, curiosamente, un varón y una niña, al parecer siempre había sido su sueño tener hijos mellizos, esos dos muñecos representaban su infancia, pasado el tiempo se lleno de orgullo pues sus hijos de fantasía eran una realidad.

Sin embargo, no todos sus recuerdos eran hermosos, también había uno que la aterraba, y no fue hasta que llegó a su antiguo hogar que se sintió perturbada, cuando todo regresó a su mente. Al llegar, ella le pidió a sus hijos que la esperaran en el auto, mientras entraba a la casa que se veía muy deteriorada y macabra, pues fue abandonada y descuidada por la familia, al subir las escaleras para llegar hasta su habitación, con cada paso que daba, podía ver sombras de ella misma corriendo y jugando con sus muñecos por todas partes, era como ver imágenes transparentes que le contaban una historia, se recordaba feliz, pero además también empezó a recordar una figura oscura de pequeño tamaño, algo que parecía seguirla en su infancia, parecía ser otra niña más o menos de su misma edad, alguien que a la larga no existía porque ella era hija única.

Esta figura misteriosa tenía la costumbre de esconder sus muñecos, era como si ella también quería jugar, pero al ver que la madre siendo una niña muy recelosa de sus cosas no le gustaba, comenzó a volverse violenta, a mover las cosas, a golpearla, y hasta darle pesadillas, tanto así que un día estando ella sola en casa jugando con sus muñecos, esta figura, la cual pudo determinar que era otra niña como ella, la sacó del cuarto con una gran fuerza, haciéndola dejar sus dos muñecos solos, para cuando logro entrar devuelta, los dos muñecos habían desaparecido, nunca más los volvió a ver, ni a ellos ni a la sombra, así, creció y su familia se fue de aquel lugar, nunca más volvió hasta aquel momento, ya siendo una mujer adulta y con familia propia.

El recordar eso la puso un poco incómoda y algo nerviosa, no era normal haber vivido eso, así que retrocedió para salir de su vieja habitación, y regresar a buscar a sus dos hijos, al salir del cuarto, le pareció ver aquella vieja sombra, pero fue como ver un relámpago, tan solo pasó frente a ella, y ya no era tan pequeña como antes, esta vez podía ser de su mismo tamaño, esto le heló la sangre y se apresuró a bajar, al llegar a la sala, ahí en el suelo estaban aquellos dos muñecos que perdió en la infancia, misteriosamente se los habían dejado allí, para que los pudiera recobrar, visiblemente estaban muy maltratados, estaban rotos, desgarrados, como si en vez de manos hubieran sido navajas las que los cuidaron todo este tiempo, incluso uno no tenía cabeza y al otro le faltaban los ojos.
La madre se agachó para recogerlos, asombrada y aterrada por lo que veía, pero al levantarlos había una nota escrita con una letra muy fea y extraña, como si fuera una persona con problemas para comunicarse, o alguien que jamás escribió antes, la madre pudo difícilmente leer la nota que decía:

Gracias por dejarme jugar con ellos!

La madre dejó caer los muñecos y la nota de la impresión, y por fin reacciono para salir de aquel lugar, solo que al levantar su cabeza, afuera, cerca de su auto donde estaban sus hijos, su verdadera pareja de mellizos, estaba esta figura siniestra, que ya no era una niña, ahora parecía ser también una adulta, era como si se manifestara exactamente igual a la atormentada madre, que aunque corrió con todas sus fuerzas para llegar hasta el auto junto a sus hijos y vio horrorizada, que al abrir la puerta, solo encontró otra nota que le decía:

¿PUEDO AHORA JUGAR CON ELLOS?

La madre buscó por todas partes pero nunca encontró a sus hijos, así que solo le queda sufrir por su pérdida y su error en regresar para revivir recuerdos, aprendió que a veces es mejor dejar ciertas cosas en el olvido.

Aunque, lo más seguro, es que alguna vez le devuelvan a sus hijos  solo y cuando ya no se pueda jugar con ellos, tal vez en el mismo estado en el que devolvieron sus viejos muñecos.
https://www.youtube.com/watch?v=b-C0904_wtU


AUTOR: GUSTAVO ESPINOSA.

La Noche del Regreso

Un día una chica llamada Lucrecia Alvarez amaba con todas sus fuerzas a su novio, pero tenían muchos conflictos, el problema radicaba en que la chica era muy celosa, le revisaba el celular, lo llamaba a todas horas, si lo encontraba hablando con alguna compañera de la facultad lo hostigaba y le preguntaba quién era, qué quería, por qué y para qué deseaba hablar con él. Un día el joven se cansó y dijo que la abandonaría. De inmediato comenzó a preparar las maletas, Lucrecia se paró frente a él.
 -¿A dónde vas?- le preguntó con voz temblorosa.
 -Ya te dije que me voy. Me cansaste, Lucrecia. No volveré nunca más.
-Juro que voy a cambiar- suplicó ella-. Juro que no voy a seguirte ni revisare tu celular. Por favor no te vayas.....
-Ya prometiste eso varias veces. Ahora ya no hay vuelta atrás. Adiós.
Salió presuroso del departamento, dejando a la chica derrumbada sobre la cama, llorando. Al rato llamó a una amiga, y entre lagrimeo y  llantos Lucrecia le contó lo que acababa de suceder.
 -Conozco una bruja que puede hacer que Jorge vuelva a tus brazos- dijo la amiga después de un momento-. Yo misma lo hice con mi primer novio y funcionó.
 -Yo no creo en esas cosas. Yo sólo quiero morir.
  -Vamos a verla, y después me cuentas dijo la amiga.
  Así que a la tarde fueron a visitar a la bruja, que atendía en una casa de un solo piso en las afueras de la ciudad. La mujer, que olía muy mal y tenía un pañuelo anudado en la cabeza, al estilo de los gitanos aunque no era gitana, luego de escuchar el angustiado relato de  Lucrecia se dio la vuelta y revisó entre las chucherías del cajón de su escritorio.
-Esto hará que tu novio vuelva antes de la medianoche, querida- le prometió, extendiéndose un frasco con un líquido blancuzco dentro. 

-Sólo debes esparcir el contenido de este frasco sobre una fotografía de él, y tu novio te amará por siempre, hasta el fin de tus días.
  Como no tenía ya nada que perder lo acepto, una vez en el departamento Lucrecia hizo lo que la bruja le había indicado, y luego se sentó sobre el sofá a esperar. A eso de las diez de la noche, llamaron por teléfono.
-¿Jorge?- dijo ella con alegría.
 ¿Lucrecia?- dijo una voz desconocida, que la sorprendió por completo. Habla Roberto, un amigo de tu novio. 

-Hubo… hubo un accidente. Al mediodía, un choque en la carretera. Él no sobrevivió dijo con nostalgia.
-¿¡Qué!?- dijo la chica, con súbitas y ardientes lágrimas en los ojos-. ¿De qué estás hablando?
 -Pero eso no es todo- dijo Roberto, cuya voz se escuchaba muy angustiada-. Su cadáver desapareció. Estaba en la morgue, y alguien se lo llevó hace un rato. No saben cómo ocurrió, pero el asunto es que…
 La chica soltó el teléfono y se desmayó.
Se despertó tiempo después, con el llamado del portero eléctrico. Se incorporó y miró la hora del celular. Eran las once y media de la noche. Encendió la luz de la cocina y recordó la terrible conversación que había tenido con Roberto, el amigo de su novio, Jorge estaba muerto y su cadáver desaparecido de la morgue. ¿Acaso  estaría viviendo una interminable pesadilla? pensó
 El timbre no paraba de sonar, y Lucrecia, con la cabeza aún mareada, se acercó al  teléfono del portero y miró la pantalla. Había algo allí abajo, en el porche. Estaba cubierto de polvo y tenía las ropas destrozadas: miraba hacia la cámara con una fijeza espantosa. Era su novio. Sólo que estaba despedazado por el accidente y su cara se había deformado y parecía una especie de embudo. No dejaba de mirarla a través de la cámara, con ojos implorantes, y entonces fue que Lucrecia recordó las palabras de la bruja: “Te amará por siempre, hasta el final de tus días…”
¿FIN?

AUTOR: DIEGO VÁSCONEZ