Juan el adivino mentiroso
A lo largo de las montaña en una
vieja cabaña vivía un viejo anciano
que lo llamaban Juan el adivino, quien adivinaba cosas que no podían
suceder o cosas que solían suceder, un día
Juan el adivino salió a una plaza pública
que quedaba cerca de su cabaña.
Juan se instaló en la plaza
pública entregando su oficio de adivinador, al pasar los meses la gente creía
que Juan era el mejor adivinador que
ellos habían visto a lo largo de la vida pero, con el pasar del tiempo algunas
personas se daban cuenta que Juan no
decía la verdad, les mentía solo por ganar dinero o fortuna.
De repente se le acercó un vecino
anunciando que las puertas de su vieja
cabaña estaban abiertas y que habían robado
toda lo que había en su interior.
El adivino levantándose de un salto salió
corriendo aferrado así a su casa dejando su puesto en medio de la plaza pública para ver lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban viéndole
correr le dijo:
-oye, amigo, tú que te
vanaglorias de prevenir lo que ocurría a
los otros ¿Por qué no has previsto lo
que te sucedería a ti?
-Juan el adivino no supo que responder
-Y desde ese momento todos le conocieron como Juan el adivino más
mentiroso del mundo.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden
adivinar el futuro de los demás. Tan solo pretenden estafarnos y quitarnos
nuestro dinero.
AUTOR: JEFFERSON CHARCO
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